domingo, 6 de julio de 2008

"Educar desde las emociones"

Pareciera ser que “la inteligencia emocional” no es una mera frase cliché, sino un concepto cada vez más necesario de comprender, sobre todo cuando se trabaja con niños.
“Comprendemos que el educar no consiste en la mera transmisión de información o saberes sino en una transformación en la convivencia desde el acoger del amar, que la enseñanza ocurre como un mostrar que guía la adquisición de habilidades en el hacer en una convivencia en la que el profesor o la profesora ve las capacidades y dificultades de su aprendiz, para expandir su mirar e invitarlo a ampliar sus coordinaciones de haceres y reflexiones, comprendiendo que los problemas educativos sino son por daño físico son fundamentalmente siempre problemas en el emocionear. Comprendemos que los niños, niñas y jóvenes se transforman en su continuo crecimiento según los adultos con quienes convivan y que, por lo mismo, los niños, niñas y jóvenes no son el futuro de la humanidad, el futuro somos nosotros los adultos con quienes conviven”, esto es parte del contexto con que se invita al Curso de Introducción para Docentes de los Fundamentos Biológíco-Culturales del Educar, del Instituto Matríztico, cuyo co-fundador es el biólogo chileno, Humberto Maturana.
Es que el oficio de educar desde las emociones, hace un tiempo se ha vuelto un tema a debatir, un tema para reflexionar e incluso para perfeccionarse en el mundo de la docencia. No es extraño encontrase con diplomados que fomenten la comunicación y la educación desde las emociones, como competencias para una enseñanza efectiva. ¿Cuántas emociones podemos constatar en una sala de clases? ¿Con cuántas mentes y mundos sicológicos se trabaja? ¿Cuántas sensibilidades se puede encontrar en una escuela? Somos intrínsecamente emocionales, pero ¿por qué muchos le hacen el quite a enseñar a descubrir y manejar las emociones?
Pero así, como alguno docentes, no lo incorporan en su enseñanza, otros creen firmemente que si se educa a los niños a comprender y expresar sus emociones, lo cognitivo mejorará notablemente. “La escuela tendrá en el siglo XXI la responsabilidad de educar las emociones de nuestros hijos tanto o más que la propia familia. La inteligencia emocional no es sólo una cualidad individual. Las organizaciones y los grupos poseen su propio clima emocional, determinado en gran parte por la habilidad de sus líderes. En el contexto escolar, los educadores son los principales líderes emocionales de sus alumnos. La capacidad del profesor para captar, comprender y regular las emociones de sus alumnos emociones de sus alumnos es el mejor índice del equilibrio emocional de su clase”, dice sicopedagoga Claudia Acevedo en una publicación de la Vicaría para la Educación.Como explica un completo estudio del portal “Profes.net”, muchos centros educativos se han puesto como meta, integrar la dimensión socio-emocional en la educación de sus alumnos. En tu experiencia, ¿cómo has podido aplicar lo que dice el Informe Delors de la UNESCO que habla de aprender a conocer, hacer, convivir y a ser? ¿Educas desde las emociones?

El Informe Delors además de plantear los cuatro pilares que se consideran fundamentales para la educación, propone “trascender la visión puramente instrumental de la educación considerada como la vía necesaria para obtener resultados (dinero, carreras, etc.) y supone cambiar para considerar la función que tiene en su globalidad la educación. La realización de la persona, que toda entera debe aprender a ser”.

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